Dibujos, grabados e imágenes que de mis manos hablan, para quien quiera escucharme con sus ojos.
31 de diciembre de 2009
29 de diciembre de 2009
28 de diciembre de 2009
25 de diciembre de 2009
¿Por qué Dolores?
"Dolores XXII, frente al espejo"
Tintas sobre papel
Medidas: 17 cm x 24 cm
Diciembre 2009
Tintas sobre papel
Medidas: 17 cm x 24 cm
Diciembre 2009
¿Por qué Dolores?
Dolores habría existido si yo hubiese nacido mujer. Ese sería mi nombre. El apellido de soltera de mi madre es Balbi. De mi progenitora tambien surge el gusto que -la supuesta- Dolores tiene por el ballet, la danza jazz, el baile, la fotografía, Elton John y Queen.
Pero eso fue mucho despues del inicio del personaje. En un comienzo, no había “complejo edípico” o creación de personaje, sino que Dolores era solamente “el motivo dibujado” cuando no había qué dibujar. En lo personal, específicamente hablando de mi vida sentimental, yo no tenía musa inspiradora, ni existía mujer que me llamara verdaderamente la atención, ni me haga sentir algo intenso como para retratarla. Esa ausencia de figura femenina hizo, de alguna manera, mirarme a mí mismo como mujer –una especie de desagradable complejo masturbatorio- haciendome notar que, en el sentido netamente sexoafectivo, me encontraba solo. Soy uno en mí mismo, y ahí aparece por primera vez, un 25 de mayo, la figura de Dolores.
A algunos les llevó a preguntar quien era. Inmediatamente aclaré, el 31 de mayo, cuando subí su primer dibujo en mi blog, que “con respecto a Dolores, ella es un personaje imposible. Jamas existió, aunque existió la chance de que alguna vez naciera. En todo caso, por ser un personaje ficticio, quise hacerla así, con unas buenas tetas y simpática... una jipi linda. Así me la imagino, así creo que ella sería. Sé que la retomaré, y la desarrollaré, porque si no llegó a ser carne y hueso, al menos será papel” . Entonces, sin tener noción de lo que surgiría mucho tiempo despues, comenté no el origen del personaje, pero sí que era una imagen ficticia.
Sucedió entonces que la personalidad virtual-simbólica empezó a llamarle la atención a los lectores visuales, y se gestó la idea de generar la duda de si existía la persona física de Dolores (...).
La identidad que tuve que construirle a Dolores, para hacerla creíble, fue tomada prestada de varias partes. Por un lado, ella empezó siendo mi contraparte femenino, en el sentido más estricto que se pueda dar. Me pregunté: “¿qué estudiaría, cómo me vestiría, qué me gustaría si yo hubiese nacido mujer?”. Algunas preguntas estan respondidas en dibujos, otras no. Y despues –no sé si decir afortunada o desgraciadamente- Dolores se empezó a desprender de mí, y empezó a cobrar autonomía. Ya no tenía la misma fecha de nacimiento que yo tengo, sino una pactada al azar: tomé la agenda, la abrí y la fecha que salió fue 13 de febrero. Quise que tenga 20 años a esta fecha, así que nació en 1989. Vive en Pueyrredón, barrio porteño cuya calma me recuerda a mi lugar de residencia, San Andres. Tambien vive ahí por la simple cuestión de que conozco a pocas personas de ese barrio, y por ende no tienen por qué conocerla. Yendo a piano un jueves a la mañana, caminando por Pueyrredón, elegí un edificio al azar en donde Dolores “vive”, por si alguien osado preguntara la calle donde reside. No podía llamarla “Dolores Plana Sabatez”, así que surgió el “Balbi” de mi madre como apellido (...). Y así, el personaje Dolores fue presentado ante todos como mi pseudo-pareja sentimental.
Como no había forma de comprobar su persona física, la internet y su carácter virtual fue la plataforma para exhibir a Dolores. Los dibujos propiamente dichos –donde ella nació- fueron expuestos en mi blog y fotolog. Cuando surgió la idea de “darle vida en boca de otros”, hubo que crear nuevos recursos y tácticas. El Facebook fue la plataforma ideal para mostrar su personalidad virtual-simbólica. En estos días, “todo el mundo tiene Facebook y si no tenes no existis”, dicho en palabras adolescentes extremas. Yo quise redoblar la apuesta: “y si alguien que no existe tiene Facebook, ¿realmente existe?”. He visto que aparecieron personajes “ficticios” en Facebook, como Don Elefante –por citar uno- pero en esos casos ya se presentan como anónimos, como personas detrás de seudónimos. Aquel que interactúa con un personaje así, sabe que es un personaje. Pero yo quise saber qué pasaba si una personalidad, si alguien con nombre y apellido “real”, intentaba mezclarse en la realidad de otros... y lo conseguía.
Pero las personas sospechan, quieren pruebas. Si bien Dolores y yo -Juan Manuel- interactuamos y charlamos en Facebook frente a todos –siendo Facebook uno de los testimonios posmodernos más claros de que el voyeurismo y el espiar por la cerradura nunca pasó de moda- la duda de la existencia de Dolores le queda a varios dandole vueltas en la cabeza. Porque al principio quise hacerles creer a todos que ella existía, aun sabiendo que en algun momento el proyecto/la mentira de Dolores se caería. Pero despues pensé que era mejor generar una duda, porque –supongo que- la incertidumbre genera más interes, al menos en el aspecto artístico. Hay fotos falsas de Dolores, en los que la modelo son varias personas (algunas conocidas, y otras personas anónimas que hallé en internet), en las cuales aquel que las mira decide si Dolores es real o no: es el lector visual el que decide creerse o no la mentira. Si el espectador se pone a buscar detalles específicos, descubriría mi juego, mi mentira, porque fue construida para ser descubierta, para que el lector visual genere un interes en la persona/personaje que se le presenta, y que en este caso se llama Dolores.
La familia y los amigos constituyeron un problema a resolver para hacer creíble a Dolores. Por un lado, mi familia y muy pocos amigos (entre 10 y 15) supieron la verdad, y el trasfondo de este proyecto. A ellos los llamo “aliados”, puesto que ellos, por elección propia, quisieron seguirme este juego y ayudarme a construir a Dolores como alguien que exista más allá del papel. Muchos aportaron en Facebook escribiendo cosas simples como “che Dol, ¿cuándo nos volvemos a ver?”, y así reforzar la idea de que no solo soy yo quien la conoce, sino que tambien la vieron y vivieron otras personas de mi círculo. De alguna forma, ellos tambien estan creando un personaje, alimentando una mentira inofensiva.
¿Y Dolores, a quien conoce? A amigos míos, que son mayoría en Facebook. Luego, a personas que Dolores agregó a su Facebook al azar. Esas personas, salvo una que preguntó y dos que no la admitieron como “amiga”, la aceptaron, no preguntaron quien es ni de donde viene. Eso es lo especial de Facebook como plataforma: cualquiera puede encontrar a cualquiera -incluso al que no existe- y cualquiera puede pedirte ser “tu amigo”, aunque no se conozcan entre sí. El testimonio son las personas que agregaron a Facebook a Dolores, y ni siquiera se interesaron en preguntarle quien es. De cualquier modo, la función de esas personas es netamente distraer y generar la ilusión de que ella conoce a más personas ademas de mis conocidos. Y sus supuestos familiares que viven en San Jorge, excepto su hermano Fernando, personaje que tampoco existe, pero que funciona como breve referencia familiar. Como mero dato anecdótico, cabe decir que Dolores, sin haber existido físicamente, hizo 48 amigos en Facebook...
En lo estrictamente artístico, la figura de Dolores tambien llamó la atención de los lectores visuales. Varios de sus retratos participaron en el evento “Enlaces” en agosto, y realicé dos exposiciones –tituladas “yo, ella y nosotros”- en las que su figura fue uno de los ejes centrales de lo expuesto. En las inauguraciones de esas muestras, varios de mis conocidos especularon con la presencia de Dolores en el salón, porque querían conocer a la modelo de los retratos. Lamentablemente, y sin decirles de su no-existencia, esas personas se quedaron con las ganas de conocerla físicamente. Quiero creer que, al menos, pudieron conocerla mediante el papel: lo que se ve es lo real. Tal como la representé, es. Quizas sea una de las imágenes más sinceras que haya podido realizar...
¿Qué objetivos me planteé a la hora de empujar este proyecto? Principalmente, reforzar la relación arte-vida: con todo esto he pretendido explicar cuán estrechamente puede llegar a relacionarse el arte y la vida cotidiana. Creando un personaje en la plataforma artística, fundamentandolo, “presentandolo” y así poniendo en duda su (no)existencia, las líneas trazadas en el papel cobraron suficiente identidad como para ser rumor en el día a día de los que llegaron a “ver” al personaje. Una de las cosas que tambien me propuse hacer fue poner en evidencia que las nuevas tecnologías no comunican, sino que apenas “contactan”. Y, como ya he explicado, hacer partícipe al espectador: generar la duda de la existencia de una persona o de un personaje, permitiendo que los demas decidan creer o no la ilusión.
¿Y qué le espera ahora que se sabe de su no-existencia? No lo sé. No implica que el personaje “muera” o deje de aparecer, aunque son esos escenarios posibles. Quizás siga apareciendo igual que antes, o cambie la forma en que se presente. De cualquier manera, su eje ha sido siempre mostrarse como personaje autónomo, y esa libertad es la que deja abierta la posibilidad de que Dolores siga “existiendo”, o quede como una linda anécdota en mi prontuario artístico.
Dolores se toma el colectivo para ir a trabajar como recepcionista en un consultorio médico. Estudia psicología. De a ratos practica todo tipo de danza que pueda, aunque sus tetas sean demasiado grandes para pasar desapercibida en el contexto ballet. No tiene mucho contacto con internet porque no confía demasiado en el tráfico de información, lo cual justifica sus constantes ausencias en el espacio web, aunque tenga su pequeño lugar en él. Es independiente, y comparte departamento con una amiga sanjorgense como ella. Le gusta caminar, viajar, pero la ciudad no termina de convencerla. Toma mucho alcohol pero contadas veces llegó a ponerse en pedo. De más pequeña tenía un gusto enorme por tomar fotografías, pero de a poco eso se le fue borrando. Toca algo de piano y guitarra, pero no llega a defenderse como música. Tiene una personalidad para ser descubierta: no le gusta que le tomen fotos, pero posar como modelo para dibujo le fascina. Es contradictoria, tiene cambios de humor. Puede ser la persona que te lastime con palabras al punto tal de hacerte llorar, o llevarte hasta las carcajadas con su espontáneo humor. Todos querríamos conocer a Dolores, incluso yo.
De alguna forma, es lo que me falta y no llegaré a tener. Y no solo yo, sino muchos.
Una vez escribí: “las personas existen solo si uno los recuerda”. En este caso, alimentada por la duda de su existencia y por sus breves y sutiles apariciones, Dolores queda en la boca y la memoria de los que han llegado a “verla”. De una simbólica manera, entonces, Dolores llega a ser existente.
Dolores habría existido si yo hubiese nacido mujer. Ese sería mi nombre. El apellido de soltera de mi madre es Balbi. De mi progenitora tambien surge el gusto que -la supuesta- Dolores tiene por el ballet, la danza jazz, el baile, la fotografía, Elton John y Queen.
Pero eso fue mucho despues del inicio del personaje. En un comienzo, no había “complejo edípico” o creación de personaje, sino que Dolores era solamente “el motivo dibujado” cuando no había qué dibujar. En lo personal, específicamente hablando de mi vida sentimental, yo no tenía musa inspiradora, ni existía mujer que me llamara verdaderamente la atención, ni me haga sentir algo intenso como para retratarla. Esa ausencia de figura femenina hizo, de alguna manera, mirarme a mí mismo como mujer –una especie de desagradable complejo masturbatorio- haciendome notar que, en el sentido netamente sexoafectivo, me encontraba solo. Soy uno en mí mismo, y ahí aparece por primera vez, un 25 de mayo, la figura de Dolores.
A algunos les llevó a preguntar quien era. Inmediatamente aclaré, el 31 de mayo, cuando subí su primer dibujo en mi blog, que “con respecto a Dolores, ella es un personaje imposible. Jamas existió, aunque existió la chance de que alguna vez naciera. En todo caso, por ser un personaje ficticio, quise hacerla así, con unas buenas tetas y simpática... una jipi linda. Así me la imagino, así creo que ella sería. Sé que la retomaré, y la desarrollaré, porque si no llegó a ser carne y hueso, al menos será papel” . Entonces, sin tener noción de lo que surgiría mucho tiempo despues, comenté no el origen del personaje, pero sí que era una imagen ficticia.
Sucedió entonces que la personalidad virtual-simbólica empezó a llamarle la atención a los lectores visuales, y se gestó la idea de generar la duda de si existía la persona física de Dolores (...).
La identidad que tuve que construirle a Dolores, para hacerla creíble, fue tomada prestada de varias partes. Por un lado, ella empezó siendo mi contraparte femenino, en el sentido más estricto que se pueda dar. Me pregunté: “¿qué estudiaría, cómo me vestiría, qué me gustaría si yo hubiese nacido mujer?”. Algunas preguntas estan respondidas en dibujos, otras no. Y despues –no sé si decir afortunada o desgraciadamente- Dolores se empezó a desprender de mí, y empezó a cobrar autonomía. Ya no tenía la misma fecha de nacimiento que yo tengo, sino una pactada al azar: tomé la agenda, la abrí y la fecha que salió fue 13 de febrero. Quise que tenga 20 años a esta fecha, así que nació en 1989. Vive en Pueyrredón, barrio porteño cuya calma me recuerda a mi lugar de residencia, San Andres. Tambien vive ahí por la simple cuestión de que conozco a pocas personas de ese barrio, y por ende no tienen por qué conocerla. Yendo a piano un jueves a la mañana, caminando por Pueyrredón, elegí un edificio al azar en donde Dolores “vive”, por si alguien osado preguntara la calle donde reside. No podía llamarla “Dolores Plana Sabatez”, así que surgió el “Balbi” de mi madre como apellido (...). Y así, el personaje Dolores fue presentado ante todos como mi pseudo-pareja sentimental.
Como no había forma de comprobar su persona física, la internet y su carácter virtual fue la plataforma para exhibir a Dolores. Los dibujos propiamente dichos –donde ella nació- fueron expuestos en mi blog y fotolog. Cuando surgió la idea de “darle vida en boca de otros”, hubo que crear nuevos recursos y tácticas. El Facebook fue la plataforma ideal para mostrar su personalidad virtual-simbólica. En estos días, “todo el mundo tiene Facebook y si no tenes no existis”, dicho en palabras adolescentes extremas. Yo quise redoblar la apuesta: “y si alguien que no existe tiene Facebook, ¿realmente existe?”. He visto que aparecieron personajes “ficticios” en Facebook, como Don Elefante –por citar uno- pero en esos casos ya se presentan como anónimos, como personas detrás de seudónimos. Aquel que interactúa con un personaje así, sabe que es un personaje. Pero yo quise saber qué pasaba si una personalidad, si alguien con nombre y apellido “real”, intentaba mezclarse en la realidad de otros... y lo conseguía.
Pero las personas sospechan, quieren pruebas. Si bien Dolores y yo -Juan Manuel- interactuamos y charlamos en Facebook frente a todos –siendo Facebook uno de los testimonios posmodernos más claros de que el voyeurismo y el espiar por la cerradura nunca pasó de moda- la duda de la existencia de Dolores le queda a varios dandole vueltas en la cabeza. Porque al principio quise hacerles creer a todos que ella existía, aun sabiendo que en algun momento el proyecto/la mentira de Dolores se caería. Pero despues pensé que era mejor generar una duda, porque –supongo que- la incertidumbre genera más interes, al menos en el aspecto artístico. Hay fotos falsas de Dolores, en los que la modelo son varias personas (algunas conocidas, y otras personas anónimas que hallé en internet), en las cuales aquel que las mira decide si Dolores es real o no: es el lector visual el que decide creerse o no la mentira. Si el espectador se pone a buscar detalles específicos, descubriría mi juego, mi mentira, porque fue construida para ser descubierta, para que el lector visual genere un interes en la persona/personaje que se le presenta, y que en este caso se llama Dolores.
La familia y los amigos constituyeron un problema a resolver para hacer creíble a Dolores. Por un lado, mi familia y muy pocos amigos (entre 10 y 15) supieron la verdad, y el trasfondo de este proyecto. A ellos los llamo “aliados”, puesto que ellos, por elección propia, quisieron seguirme este juego y ayudarme a construir a Dolores como alguien que exista más allá del papel. Muchos aportaron en Facebook escribiendo cosas simples como “che Dol, ¿cuándo nos volvemos a ver?”, y así reforzar la idea de que no solo soy yo quien la conoce, sino que tambien la vieron y vivieron otras personas de mi círculo. De alguna forma, ellos tambien estan creando un personaje, alimentando una mentira inofensiva.
¿Y Dolores, a quien conoce? A amigos míos, que son mayoría en Facebook. Luego, a personas que Dolores agregó a su Facebook al azar. Esas personas, salvo una que preguntó y dos que no la admitieron como “amiga”, la aceptaron, no preguntaron quien es ni de donde viene. Eso es lo especial de Facebook como plataforma: cualquiera puede encontrar a cualquiera -incluso al que no existe- y cualquiera puede pedirte ser “tu amigo”, aunque no se conozcan entre sí. El testimonio son las personas que agregaron a Facebook a Dolores, y ni siquiera se interesaron en preguntarle quien es. De cualquier modo, la función de esas personas es netamente distraer y generar la ilusión de que ella conoce a más personas ademas de mis conocidos. Y sus supuestos familiares que viven en San Jorge, excepto su hermano Fernando, personaje que tampoco existe, pero que funciona como breve referencia familiar. Como mero dato anecdótico, cabe decir que Dolores, sin haber existido físicamente, hizo 48 amigos en Facebook...
En lo estrictamente artístico, la figura de Dolores tambien llamó la atención de los lectores visuales. Varios de sus retratos participaron en el evento “Enlaces” en agosto, y realicé dos exposiciones –tituladas “yo, ella y nosotros”- en las que su figura fue uno de los ejes centrales de lo expuesto. En las inauguraciones de esas muestras, varios de mis conocidos especularon con la presencia de Dolores en el salón, porque querían conocer a la modelo de los retratos. Lamentablemente, y sin decirles de su no-existencia, esas personas se quedaron con las ganas de conocerla físicamente. Quiero creer que, al menos, pudieron conocerla mediante el papel: lo que se ve es lo real. Tal como la representé, es. Quizas sea una de las imágenes más sinceras que haya podido realizar...
¿Qué objetivos me planteé a la hora de empujar este proyecto? Principalmente, reforzar la relación arte-vida: con todo esto he pretendido explicar cuán estrechamente puede llegar a relacionarse el arte y la vida cotidiana. Creando un personaje en la plataforma artística, fundamentandolo, “presentandolo” y así poniendo en duda su (no)existencia, las líneas trazadas en el papel cobraron suficiente identidad como para ser rumor en el día a día de los que llegaron a “ver” al personaje. Una de las cosas que tambien me propuse hacer fue poner en evidencia que las nuevas tecnologías no comunican, sino que apenas “contactan”. Y, como ya he explicado, hacer partícipe al espectador: generar la duda de la existencia de una persona o de un personaje, permitiendo que los demas decidan creer o no la ilusión.
¿Y qué le espera ahora que se sabe de su no-existencia? No lo sé. No implica que el personaje “muera” o deje de aparecer, aunque son esos escenarios posibles. Quizás siga apareciendo igual que antes, o cambie la forma en que se presente. De cualquier manera, su eje ha sido siempre mostrarse como personaje autónomo, y esa libertad es la que deja abierta la posibilidad de que Dolores siga “existiendo”, o quede como una linda anécdota en mi prontuario artístico.
Dolores se toma el colectivo para ir a trabajar como recepcionista en un consultorio médico. Estudia psicología. De a ratos practica todo tipo de danza que pueda, aunque sus tetas sean demasiado grandes para pasar desapercibida en el contexto ballet. No tiene mucho contacto con internet porque no confía demasiado en el tráfico de información, lo cual justifica sus constantes ausencias en el espacio web, aunque tenga su pequeño lugar en él. Es independiente, y comparte departamento con una amiga sanjorgense como ella. Le gusta caminar, viajar, pero la ciudad no termina de convencerla. Toma mucho alcohol pero contadas veces llegó a ponerse en pedo. De más pequeña tenía un gusto enorme por tomar fotografías, pero de a poco eso se le fue borrando. Toca algo de piano y guitarra, pero no llega a defenderse como música. Tiene una personalidad para ser descubierta: no le gusta que le tomen fotos, pero posar como modelo para dibujo le fascina. Es contradictoria, tiene cambios de humor. Puede ser la persona que te lastime con palabras al punto tal de hacerte llorar, o llevarte hasta las carcajadas con su espontáneo humor. Todos querríamos conocer a Dolores, incluso yo.
De alguna forma, es lo que me falta y no llegaré a tener. Y no solo yo, sino muchos.
Una vez escribí: “las personas existen solo si uno los recuerda”. En este caso, alimentada por la duda de su existencia y por sus breves y sutiles apariciones, Dolores queda en la boca y la memoria de los que han llegado a “verla”. De una simbólica manera, entonces, Dolores llega a ser existente.
22 de diciembre de 2009
Bocetos de Lara
Si bien "Lara" no es su nombre real, sino su alias, aquí presento algunos recientes bocetos de mi nueva modelo.
Los dos últimos son un intento de nueva composición, que surgió superponiendo los bocetos iniciales, que fueron realizados en papel de calcar.
Los dos últimos son un intento de nueva composición, que surgió superponiendo los bocetos iniciales, que fueron realizados en papel de calcar.
18 de diciembre de 2009
14 de diciembre de 2009
11 de diciembre de 2009
10 de diciembre de 2009
Bocetando en horas de clase
9 de diciembre de 2009
En honor a los egresados...
Naturales III 2009 del Colegio Agustiniano
("la teoría de la evolución")
Técnica: tinta indeleble y acrílico sobre tela
Medidas: 2,5 m x 1 m
Agosto 2009
("la teoría de la evolución")
Técnica: tinta indeleble y acrílico sobre tela
Medidas: 2,5 m x 1 m
Agosto 2009
3 de diciembre de 2009
1 de diciembre de 2009
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