Caminando por San Telmo me encontré, cuidadosamente apoyado sobre un cajón de fruta en el suelo, un gatito muerto. Lo ví al pasar, en la vereda. Parecía dormido, pero el tráfico de esa estrecha vereda confirmaba que ya no vivía.
Al volver, horas despues, me lo volví a encontrar ahí, en el mismo lugar, en la misma posición. Pasé por al lado, pero caminé unos pasos más y me detuve. Volví, me paré a su lado y le tomé un rápido apunte en birome.Me pareció que, si alguien lo depositó ahí, teniendo en cuenta que en la ciudad no se presta atención ni a los vivos, fue por un mínimo respeto. Y que mi manera de perpetuarlo, de "hacerlo eterno", era dibujarlo, llevarlo a papel. Por eso, el título del dibujo.
"Para que no muera nunca más"
Birome sobre papel
Medidas: 10 x 10 cm
Abril 2013
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