De la idea inicial para este grabado, nada quedó.
A los rectángulos bocetados en el ECIG, que remiten a su pared-galería, se le sumaron las nubes vistas desde un avión a Mendoza, y las montañas de esa provincia después. Cada elemento se fue dibujando y componiendo a su propio ritmo, iniciado a mediados de julio con los primeros trazos, y se lo empezó a tallar a principios de agosto en Mendoza, con media imagen aún sin definir. Se trabajaba de a ratos espontáneos y en días al azar, sin planificación, solo con las ganas.
Se culminó en Auckland, Nueva Zelanda, días después. Se lo imprimió recién en los primeros días de septiembre en Whitianga, y si bien la imagen ya estaba definida, algún que otro gubiazo ligó en el transcurso de ese tiempo de reposo...
Es una transición, es un enriedo, es el (auto)retrato de un momento. Es una síntesis de lo que ví pasar, de donde estuve, de lo que ya no está. Fue tallado cuando, en medio de los cambios personales, se necesitaba grabar más que ninguna otra cosa. Tiene el tiempo del cambio, su ritmo propio.
Se concibió en Latinoamérica, y nació en Oceanía.
"Laburo de transición"
Grabado en pvc impreso sobre papel
Medidas de la zona impresa: 13,5 x 18,5 cm
Julio-agosto-septiembre 2015
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